jueves, 25 de abril de 2013

LA CONVERSIÓN DE LOS JUICIOS

La conversión de los juicios, como su nombre lo indica, consiste en convertir un tipo de juicio en otro sin que pierda su valor de verdad.

Un juicio I lo podemos convertir en otro juicio I sin ningún problema siempre y cuando lo único que se cambie sea el orden del sujeto y del predicado.

Algún insecto es bailarín puede convertirse en Algún bailarín es insecto y sigue conservando su valor de verdad.

Del mismo modo, un juicio O puede convertirse en otro juicio O siempre y cuando lo único que se cambie es el orden del sujeto y del predicado.

De este modo, Alguna dulce gente no es sopa puede convertirse en Alguna sopa no es una dulce gente sin problemas.

Así mismo, un juicio E puede convertirse en otro juicio E y tener el mismo valor de verdad cambiando únicamente el orden del sujeto y del predicado.

De esta manera, Ningún pingüino es perro se convierte en Ningún perro es pingüino

Sin embargo, no siempre es así, pues un juicio A no puede cambiarse en otro juicio A alterando simplemente el orden del sujeto y el predicado pues entonces se perdería el valor de verdad. Por lo tanto, lo que hay que hacer es convertirlo en un juicio I con el sujeto y el predicado cambiados de lugar.

Así, entonces, Todo hombre es un ser vivo debe cambiar a Algún ser vivo es hombre pues, como se puede observar en el diagrama, Hombre es una parte del todo que es Ser Vivo.