miércoles, 22 de junio de 2016

¿LAS FALACIAS SON MENTIRAS?


Empecemos nuestra reflexión con esta pregunta: ¿Las falacias son mentiras? Esta pregunta me la hago porque he escuchado en varias ocasiones la afirmación de que una falacia es una mentira. Sin embargo, para poder saber si X es Y necesitamos aclarar que se entiende por X y que se entiende por Y para saber si hay o no puntos de acuerdo entre ellos.

Una falacia es un razonamiento que parece válido y verdadero pero que no lo es. Una mentira es una declaración falsa  pero que se realiza sabiendo que es falsa con la intención de hacerla pasar por verdadera. Por ejemplo, decidí que al salir de la escuela me la pasaría con los amigos tomando unas cervezas. Se me hace tarde y cuando llego a casa mis padres me preguntan la razón de mi tardanza. Entonces digo que fui a la Biblioteca a investigar sobre las falacias pues fue una tarea que me dejó el maestro de Lógica. Lo que digo es falso, yo sé que es falso pero espero que mis padres crean que es verdad. En otras palabras, los estoy engañando. Mentir es engañar y mentir significa tener toda la intención de hacerlo.

Ese maestro de Lógica... pa'qué deja tanta tarea...

Por lo tanto, aunque una falacia es falsa o inválida  no significa que sea una mentira, que también es falsa. ¿Por qué? Porque la falacia es un error que puedo cometer en mis razonamientos sin saber que estoy en el error, mientras que al mentir claro que sé que es falso lo que digo pero cruzo los dedos esperando que me crean. Yo puedo creer que es correcto atacar a una persona porque no acepto sus argumentos y decir, por ejemplo, que el maestro de Educación Física no tiene derecho a darnos clases porque él está pasado de kilos y ni hace los ejercicios que nos pide hacer. Como no tengo cómo debatir lo que me dice entonces me pongo atacar a su persona. Esta falacia es la famosa “argumentum ad hominem” y aunque suene correcta no lo es.


Una falacia será una mentira en el momento en que, sabiendo que es falsa, la utilice para hacerla pasar por verdad y así engañar a mi receptor. Así, por ejemplo, como quiero apoyar un punto de vista salgo con que “todos están de acuerdo” aunque yo sé muy bien que eso no da realmente un apoyo a mis argumentos. Es la falacia “argumentum ad populum” y, aunque sé que es falsa, la utilizo para convencer a mi audiencia de que como todos están de acuerdo, ese punto de vista es el correcto y hay que seguirlo. 


La falacia es como una piedra, simplemente es dura. La mentira es un arma pues la utilizo con una finalidad determinada. La piedra no es un arma hasta el momento en que decido utilizarla como tal, mientras tanto, por sí sola, la piedra será simplemente una piedra con sus características propias. El problema de las falacias es que, como son errores que, en muchas ocasiones ni siquiera nosotros nos damos cuenta de que lo son, terminamos creyendo declaraciones que son falsas. Si fuera posible decirlo sin entrar en contradicciones, nos estaríamos mintiendo a nosotros mismos. Por eso, hay que conocer cuáles son las falacias para no cometerlas y descubrirlas por si acaso alguien las ha utilizado con o sin intención de engañarnos.

Porque son "mentiras verdaderas"

Termino así esta argumentación que busca demostrar que las falacias no son mentiras. Si acaso hubiera falacias en lo antes dicho (algo así como “afirmación del consecuente”, “petición de principio”, etc.) quede en claro que fueron errores cometidos sin querer y que en ningún momento pretendo engañar a nadie.


Recomiendo, por cierto, que le echen un ojo a la siguiente página: http://falacias.escepticos.es/